Tanto los niños como los adultos pasamos más y más tiempo frente a pantallas; trabajando, en la escuela, o como forma de socializar y divertirnos. Pero el tiempo que dedicamos al uso pantallas puede acarrear consecuencias nocivas para la salud de los niños, sus emociones y su posterior desarrollo cerebral

¿Cuánto tiempo es suficiente?

En primer lugar, no existe una pauta definitiva sobre cuánto tiempo de pantalla debe pasar como adulto. Pero en el caso de los niños, las recomendaciones basadas en la edad, garantizan que el tiempo que dedican frente a la pantalla no repercuta nocivamente en el desarrollo del menor.

  • De 0 a 18 meses: Los bebés con menos de 18 meses no deberían tener ninguna exposición a pantallas, a menos que estén conversando por videoconferencia con miembros de la familia. Se recomienda centrarse y fomentar el juego, la lectura y las interacciones entre padres e hijos.
  • De 18 a 24 meses: es común iniciarlos a pasar algo de tiempo frente a la pantalla, entre media y una hora al día, pero limitándose a contenidos educativos, y siempre acompañados de un adulto. La recomendación es concentrarse en programas y aplicaciones de alta calidad pensados exclusivamente en su edad.
  • 2 a 5 años: a esta edad, los niños comienzan a dedicar tiempo de recreo frente a las pantallas, con un máximo de una hora en total. Este tiempo deberá ser limitado, con acuerdos previos y que el niño deberá conocer de antemano las reglas que lo limitan. Se recomienda no dedicar más de una hora de lunes a viernes, y de forma extraordinario tres horas los fines de semana.
  • De 5 a 12 años: no existe un enfoque único para la cantidad de tiempo de pantalla, pero podemos aplicar una regla general, que el tiempo frente a una pantalla no debe interfiera con el aprendizaje, las relaciones con su entorno y la familia, la actividad física, el sueño, y sobre todo con su salud mental.
  • DE 12 a 15 años: Una hora y media como máximo. Deberemos prestar especial atención al uso de las redes sociales. También es conveniente poner especial atención sobre la no interferencia de su actividad digital con su vida activa.
  • Mayores de 16 años: Un máximo de dos horas. No deberían tener pantallas en su dormitorio, evitando así la tentación de alargar el uso de pantallas y de reducción de horas de sueño. El uso de móviles deberá ser todo lo racional posible, estableciendo límites acordados con el adolescente, y sobre todo responsabilizándoles de sus decisiones si incumplen con sus obligaciones.

¿Y después?

Para los niños mayores y los adultos, es difícil establecer un número exacto de cuánto tiempo frente a una pantalla es demasiado. Sin embargo, las investigaciones actuales nos muestran que hay muchas formas en que el tiempo excesivo frente a una pantalla puede dañar su salud física y mental.

Si observas problemas en su visión como consecuencia de su aprendizaje digital, acude a tu óptico-optometrista para comprobar su visión. Estás a tiempo.