Pantallas y más pantallas. Nuestra vida digital hace que destinemos una media de ocho horas al día fijándonos en pantallas, algunas situadas muy cerca de nuestros ojos.

Si nos hayamos concentrados en enfocar los ojos en una pantalla de ordenador durante períodos prolongados e ininterrumpidos de tiempo, tenemos muchas probabilidades de sufrir un Síndrome Visual Informático (SVI). Por supuesto, todo ese tiempo puede afectar a nuestra visión y deberemos tomar medidas antes de que se convierta en un problema con síntomas como la fatiga visual, sensación de ojo seco, picor, enrojecimiento, visión borrosa o doble y hasta dolor de cabeza. Existen pequeños hábitos que te permitirán continuar conectado con mayor calidad de visión.

Una recomendación rutinaria es la de parpadear conscientemente de vez en cuando (esto ayuda a cubrir el ojo de una capa lagrimal) y entonces mirar por la ventana o algún objeto distante o mirar el cielo; haciendo esto aportas descanso a los músculos ciliares. También puedes usar lágrimas artificiales para mejorar la lubricación.

Aumenta la distancia de lectura con la pantalla y notarás menos molestias. Puedes usar la Regla 20-20-20, que dice que cada 20 minutos debes mirar fuera de la pantalla durante 20 segundos y enfocarse en algo que se encuentre a 20 pies (6,09 metros).

La pérdida de la capacidad de enfocar se puede reducir usando lentes de lectura con muy baja graduación o que incluyan filtros que reduzcan la cantidad de radiación nociva que llegue al ojo. ‘Un estudio de la Universidad del Pacífico sobre 36 participantes encontró diferencias significativas en la irritación o quemazón en los ojos, lagrimeo u ojos llorosos, ojos secos y ojos cansados, que fue mejorado por lentes filtrados cuando se comparó con los lentes de placebo’.

Si continúas notando molestias acude a tu Óptico- Optometrista.

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