Comienza el buen tiempo, hay más horas de luz, los pájaros cantan más y más fuerte. No hay duda de que la Primavera renace. Cambiamos la ropa, el calzado y nos adaptamos a la época más colorista del año dejando atrás el gris Invierno. Preparemos nuestra vista para recibir el cambio que está por llegar.

Durante el Invierno hemos sido menos activos, ingerido mayor cantidad de energía y en ocasiones medicamentos, en consecuencia nuestro cuerpo ha acumulado toxinas y debe adaptarse rápidamente a la nueva situación ambiental. Hay quien sufre estas consecuencias en forma de astenia primaveral. Si bien existen otros riesgos, en ocasiones asociados a la salud visual que nos permitirán disfrutar sin sobresaltos y con la mirada limpia y sana.

Los párpados

En Primavera hay más horas de exposición solar y con mayor intensidad. Nuestros párpados están formados por pliegues de piel y mucosa destinada a proteger el globo ocular. La piel del párpado es la más fina de todas, y por su localización se encuentra especialmente expuesta a cualquier incidencia solar, sobre todo el párpado inferior que recibe mayor cantidad de radiación UV.

La alergia

En la Primavera aparecen multitud de agentes alérgenos (polen, pelo, ácaros, esporas) que pueden entrar en contacto con los ojos provocando una  reacción, que en el caso de personas con alta sensibilidad se convierte en alergia ocular o conjuntivitis alérgica. No te preocupes, es muy común y afecta a un 25% de la población. Los ojos se enrojecen y nos pican, aparece la sensación de tener arena, se nos pegan los párpados o tenemos una visión borrosa.

Es fundamental conocer cuáles son las causas de estas reacciones alérgicas para tratar de evitarlas. Visitar a nuestro oftalmólogo de confianza nos permitirá determinar el origen y nos informará con detalle de cómo mitigar sus efectos. Si sabemos que es el polen el desencadenante, debemos evitar exposiciones al exterior a primera hora de la mañana y a última de la tarde que es cuando mayor concentración se produce. Si tenemos que salir, es conveniente llevar unas gafas de sol para evitar el contacto con el polen. La exposición a corrientes de aire como ventiladores o conducir con las ventanillas bajadas aumenta el riesgo de que nos afecte con intensidad. Es importante que las plantas con flores no estén en el interior de la vivienda.

Frotarse los ojos puede dar sensación de alivio, pero en realidad aumentarás la irritación. Usa un paño frío si necesitas calmar la zona, pero recuerda que es tu oftalmólogo quien te hará un diagnóstico adecuado y te dará un tratamiento eficaz.

Radiación Ultravioleta

El mayor número de horas de exposición al sol ejerce una mayor exposición a la radiación UV, de forma que el cristalino de tus ojos pueda volverse opaco con los años si no lo cuidas. Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), un 20% de los casos de cataratas se deben a una exposición prolongada al sol. Aunque la retina posee barreras naturales para filtrar la luz, es insuficiente para los niveles que se registran en estos meses.

Para evitar los efectos adversos de los días luminosos y las ganas de salir al aire libre podemos usar gorros o sombreros, aunque la medida más eficaz consiste en ponernos unas gafas adecuadas. En todas las ópticas se conocen los niveles de radiación que soportan sus productos, ten cuidado con las ‘gafas de mercadillo‘. Si al mirar a través de la lente vemos la imagen deformada o sientes mareos, evita ponerte de nuevo esas gafas.

Elige bien tus lentes

Según el Colegio General de Colegios de Ópticos-Optometristas deberemos tener en cuenta los siguientes factores al adquirir unas gafas que nos protejan del sol: marca,  protección, categoría del filtro y normativa que cumplen.

Algunas recomendaciones

  • Utiliza filtros solares para evitar quemaduras en la piel, recuerda que tiene memoria.
  • Usa gafas de calidad para protegerte. Recuerda que el hecho de que una gafa sea oscura no implica que sea de calidad.
  • Evita mirar directamente al sol, aunque esté nublado.
  • Recuerda que las gafas de mercadillo y las ofertas sospechosas pueden provocar graves daños en tu vista.
  • Una exposición prolongada al sol puede ocasionar sequedad ocular. Aplícate lágrimas artificiales para aliviar los ojos.
  • El cloro de las piscinas o los microorganismos que allí habitan puede irritar tu vista. Evita usar lentes de contacto en el agua.
  • Si tienes alguna alteración, irritación o malestar consulta tu oftalmólogo.

Disfruta de la Primavera, la estación más hermosa

Fuentes: